viernes, 13 de enero de 2012

TEORÍAS: TAYLOR, FAYOL Y WEBER. UN PUNTO DE VISTA APLICADO.


De las tres teorías concebidas por estos autores, sería poco prudente decir que me siento identificado con una sola de estas, puesto que considero que cada una dentro de su tiempo y entorno identificó desde diferentes realidades los elementos y principios necesarios para tener una organización modelo.

A pesar de que tanto Taylor, Fayol y Weber representan un modelo racionalista en su máxima expresión, en donde el hombre es asemejado con la maquina, los tres autores presentan grandes diferencias.

En la búsqueda del mejoramiento continuo y estudiándolos me atrevo a rescatar en Fayol que tenía una perspectiva centrada en la estructura (jerarquías) de la organización como un todo, con su doctrina Administrativa y los procesos de esta dirigidos hacia el objetivo máxima eficiencia en la organización.

Taylor con su Administración científica buscaba llegar a su objetivo principal, es decir “máxima prosperidad del jefe – máxima prosperidad del obrero”, le dio importancia al objetivo y a la persona, para Taylor el entorno no era muy relevante, describió muy bien la forma como quería llegar a su objetivo haciendo que los trabajadores adquirieran el conocimiento de la labor eficientemente y utilizando incentivos para su motivación y así lograr un buen desempeño.

Weber racionalista, haciendo referencia a que toda organización debe establecer unas políticas, normas y procedimientos por el cual se regirá su funcionamiento; aceptando que en algunos momentos deben llegar a ser flexibles y adaptarse a cambios inesperados generados por el entorno, sin perder su esencia.

De acuerdo con esto y siendo miembro activo de una organización creo que es muy difícil comprometerme con un solo autor, pero basándome en mi desempeño laboral y en la Institución a la cual pertenezco, identifico dentro de esta la teoría de Fayol; aunque no se pueden dejar a un lado las demás teorías, ya que cada una ofrece un aporte para la institución y mi desempeño laboral; pero como eje central definitivamente la teoría de Fayol.

Basándome en los siguientes elementos, primero en el objetivo, asegurar la máxima eficiencia a partir del uso adecuado de los recursos para lograr los objetivos de productividad aplicándolos sobre la estructura institucional; es lo que busco como Director del área administrativa, que el personal trabaje de la mejor manera aprovechando lo que se le da, en esta Institución es un aspecto muy importante, porque siempre estamos buscando la eficiencia y esa eficiencia a partir del trabajo de los empleados.

En cuanto a la estructura, como Institución en proceso de certificación, desarrollamos nuestras actividades bajo un proceso sistematizado de funciones, basados siempre en un plan de desarrollo establecido cada año; personalmente me parece que esta es la mejor forma de rendir en todos los aspectos, es la forma de llevar control sobre los logros y las dificultades, teniendo siempre en cuenta las experiencias aprendidas de cada proceso.

Sobre las personas (personal) vistas como cuerpo social, comparto la posición de Fayol, las relaciones entre los trabajadores son necesarias para un clima organizacional adecuado.

En cuanto al elemento de el entorno, me parece que es del todo necesario para el desarrollo de la organización, a mi parecer en este aspecto se debe dar prioridad al ambiente interno sobre el externo, ya que es ahí donde se presentan los diversos aspectos de la organización, esto no lo digo minimizando el ambiente externo, si no que pienso que aunque el entorno se prevea con anticipación, rescato un hecho de esto , que como entorno este permite su adaptación a las circunstancias, al tiempo y al lugar, así que el ambiente externo en este caso pienso que se flexibiliza bastante.

Para concluir es importante dejar sentado que toda propuesta de tipo administrativa debe estar sustentada en realidades comprobadas de la empresa; y estas no deben ser una camisa de fuerza que nos ata a una sola concepción de ideas, en realidad a mi parecer atribuyo el éxito de una organización, a la transición de pensamientos y modelos administrativos; en lo cual los directivos de una institución, deben conocer y calificar hasta dónde éstos son realmente estimuladores de cambios significativos; y si los mismos son consecuentes con la realidad administrativa de su empresa.



JRL.


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